Las capillas de la Catedral de Granada nos permiten hacer un recorrido por los más de cinco siglos de historia de este templo. La Catedral de Granada tiene planta basilical con forma de cruz griega y cinco inmensas naves que confluyen en la capilla mayor y la girola.
No obstante, a ambos lados de las naves se abren un buen número de capillas que, con sus diferentes estilos, ponen de manifiesto la riqueza histórica y artística de la Seo granadina. Aquí os dejamos algunas de las capillas más destacadas de la Catedral de Granada para que podáis aprovechar al máximo vuestra visita.
Reconocido por las principales capillas de la Catedral de Granada
Capilla de la Virgen del Pilar
La decoración de esta capilla, de estilo neoclásico, corrió a cargo de Francisco Aguado, quien trabajó en ella a finales del S. XVIII, entre 1782 y 1785.
Fue concebida para ser la sepultura del arzobispo Antonio Jorge y Galbán. Cuenta con un retablo central con esculturas de Juan Adán, destacando entre todas ellas representación del momento en el que la Virgen del Pilar se aparece al Apóstol Santiago.
Capilla de Nuestra Señora del Carmen
Siguiendo por el muro norte de la Catedral encontramos la capilla de Nuestra Señora del Carmen. Cuenta con un retablo barroco que alberga diversas esculturas procedentes del convento del Carmen. Destacan la imagen yacente de Santa Casilda, atribuida a Torcuato Ruiz del Peral o a su taller. En el centro encontramos a la Virgen del Carmen, obra de José de Mora. Le acompañan dos santos muy vinculados al Carmelo, como son San Simón Stock y San Elías, de Pedro de Mena.
Capilla de Nuestra Señora de las Angustias
La siguiente capilla que encontramos es la dedicada a Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Granada. Se trata de un retablo obra de José de Bada quien trabajó en él entre 1737 y 1741. Aunque encaja a la perfección, su primera ubicación fue en el trascoro de la Catedral. Llama la atención por su similitud con el retablo de la Basílica de las Angustias.
Capilla de Nuestra Señora la Antigua, una de las tallas más antiguas de la Catedral
La Virgen de la Antigua es una de las imágenes más antiguas de la Catedral. No en vano, se trata de una talla gótica salida de algún taller flamenco o alemán. La Virgen de la Antigua es una figura donde María se presenta mostrando al Niño Jesús y sosteniendo una Granada. Se da la circunstancia de que la Virgen viajaba con el ejército cristiano que asediaba Granada y esta representación de la granada fue tomada como una promesa de victoria. Por este motivo, tras la conquista, la imagen fue donada a la ciudad por la reina Isabel la Católica.
El retablo de esta capilla es obra de Pedro Duque Cornejo (1716) por encargo del arzobispo Azcargorta.
Capilla de Santa Lucía
Ya en la girola encontramos la Capilla de Santa Lucía, cuyo retablo es obra del maestro Gaspar Guerrero. Se trata de un retablo ejecutado entre los años 1620 y 1624 y que artísticamente podría encargarse en los primeros compases del barroco. Destacan las figuras de Santa Lucía, San Fernando, ambas obras de Alonso de Mena.
Capilla del Cristo de las Penas
Se trata de una capilla menor en la que, aun así, encontramos piezas de gran relevancia como Calvario del siglo XVI y esculturas de la Virgen de la Guía del S. XVI y San Juan Bautista, obra del círculo de José Risueño.
Capilla de Santa Teresa
La Capilla de Santa Teresa contiene un retablo de Gaspar Guerrero. En el programa iconográfico encontramos la figura de la santa y cinco pinturas con escenas de su vida.
Capilla de San Blas
Siguiendo con este recorrido por la girola nos encontramos con la capilla de San Blas. Está decorada con un pequeño retablo barroco que queda presidido por la figura de San Blas, uno de los santos con mayor predicamento en la diócesis.
Capilla de San Cecilio, patrón de Granada
La siguiente capilla es la dedicada a San Cecilio, patrono de la diócesis y, según la tradición, primer obispo de Granada. La decoración neoclásica de esta capilla corrió a cargo de Francisco Aguado a finales del siglo XVIII.
En esta capilla se custodian también las ánforas que contienen los santos óleos que cada año son consagrados durante la celebración de la Misa Crismal.
Capilla de San Sebastián
Está decorada con un retablo de grandes dimensiones con el Martirio de San Sebastián, obra de Juan de Sevilla. Asimismo contiene una escultura del santo, de factura barroca. Forman parte del conjunto las imágenes de Santa Bárbara, San Roque y el Niño Jesús.
Capilla de Santa Ana
Nos encontramos nuevamente con un retablo salido del ingenio de Gaspar Guerrero, quien lo ejecutó en el siglo XVII, en 1615. La imagen de Santa Ana que preside el conjunto con la Virgen y el Niño Jesús en brazos es obra de Diego de Pesquera, insigne escultor de la escuela sevillana.
Completan el conjunto mariano una serie de pinturas con escenas de la vida de la Virgen.
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Capilla de Jesús Nazareno
En este caso nos encontramos con un retablo en el que se insertan diferentes lienzos con medidas y disposiciones diferentes. El encargado de crear un conjunto bello y armoniosos fue el tracista Marcos Fernández de la Raya, quien consigue destacar la imagen del nazareno y crear un recorrido visual con marcado carácter pasionista. Los encargados de ejecutar la talla fueron Félix Rodríguez y tras la muerte de este José Pablo Narváez.
En cuanto a la pintura, encontramos obras atribuidas a Alonso Cano y trabajos indudablemente salidos de las manos de Pedro Atanasio Bocanegra, Juan de Sevilla y Jose de Ribera, conocido como Il Spagnoletto.
Capilla de la Santísima Trinidad
Encontramos en esta capilla un retablo, obra de Gregorio Salinas, el cual hace de marco para una serie de pinturas que desarrollan el programa iconológico. Insertas en el mismo hay obras del italiano Carlo Maratta, José de Ribera y Alonso Cano, si bien, algunas son copias de excelente factura.
Capilla de San Miguel Arcángel
La capilla de San Miguel se decoró a expensas de arzobispo Juan Manuel Moscoso, quien eligió este lugar como última morada. La decoración de esta capilla es de estilo neoclásico por Francisco Romero de Aragón (1804-1807). En cuento al trabajo escultórico, este corrió a cargo de Juan Adán, Narciso Miguel Bueno y Manuel González.
Especialmente destacada es la pintura de La Dolorosa obra de Alonso Cano.
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